Beber agua en los meses de calor no representa un gran desafío. Pareciera que el mismo organismo es el que pide constantemente hidratarse y refrescarse. Sin embargo, en otoño e invierno al hacer más frío, muchas veces se nos olvida cubrir nuestra cuota diaria de agua o la reemplazamos por mates o té, lo cual no es del todo correcto.
¿Cómo saber si estamos correctamente hidratado? Si sentís que estás de mal humor, que tenés cansancio o fastidio o que no tenés ganas de hacer nada, es posible que te falte beber unos vasos de agua.
Es importante recordar que beber agua, al menos dos litros por día, es un hábito que debe mantenerse los 365 días del año, ya que el agua, al igual que el oxígeno, es imprescindible para la vida y es la mejor fuente de hidratación que tenemos. Por eso, no es lo mismo tomar infusiones calientes u otras bebidas en lugar de agua.
Las infusiones calientes no siempre alcanzan a cubrir las cantidades diarias que requiere nuestro organismo. Además, consumir té o mate puede tener un efecto diurético y generar resultados inversos a los que deseamos.
Muchas veces las personas les suman yuyos tanto al té como al mate que contienen teína o cafeína. Estas sustancias no son inocuas como el agua, sino que pueden generar un aumento de la diuresis y hacernos perder mucho líquido. Quien toma un litro de mate va a ir al baño muchas veces y eso lo va a deshidratar sin que se de cuenta. Podemos tomar mate o infusiones calientes, pero siempre hay que tomar agua.
También, es habitual tomar alcohol, en especial bebidas blancas para el frío, que no son buenas para la nuestra salud, ni para nuestro riñón porque nos deshidratan.
En la misma línea se encuentran las bebidas gaseosas y aguas saborizadas, éstas nunca deberían ser la primera fuente de hidratación. En especial, las bebidas colas, que elevan el azúcar en sangre que es una de las causas de la diabetes tipo 2.
Por otra parte, hay que considerar que otros dos aspectos para deshidratarnos tienen que ver con la calefacción cuando es muy elevada o el estar muy abrigados, ambas situaciones pueden ayudar a aumentar nuestras pérdidas de líquido.
ALGUNOS CONSEJOS:
- Llevar un control del agua que tomamos por día, tener una botella a mano siempre es una buena opción.
- No esperar a tener sed para tomar agua, ya que la sed es ya un síntoma de inicio de deshidratación. Deberíamos actuar antes de que aparezca y tener cuidado en poblaciones de riesgo como la gente mayor, mujeres lactantes, que necesitan estar bien hidratadas para producir leche, y niños que pueden no sentir sed o no poder manifestarlo.
- Prestar especial atención a la hidratación cuando uno hace ejercicio.
- El agua tiene que ser nuestra principal fuente de hidratación.
- En invierno tenemos que hidratarnos igual que en verano.
- La ingesta de frutas y verduras, también colabora para mantenernos hidratados.